Yo el ciprés, soy la vida y soy
la muerte. Navego entre hilos de luz y oscuridad; me sumerjo en las
profundidades de tu psique con el único
propósito de susurrarte que el Alma es eterna, de ahí que en todas las culturas
yo haya simbolizado la inmortalidad y la resurrección.
En cada vida que vivís se os
presta un cuerpo, vuestro templo, al que debéis venerar, pues os acompañará
hasta el fin de vuestros días....y con qué finalidad? Os preguntareis! Pues con
la de ir a reencontraros con la esencia de vuestro espíritu, para poder Ser y Estar
en perfecta sintonía con vuestro yo interno. Pero para esto debe morir la
sombra del ego...debe morir el sistema de creencias que os han inculcado sobre
lo que está bien y lo que está mal, debéis abrazar vuestras iras, vuestras
tristezas, vuestra culpa y vuestros miedos...y ante todo comprenderlos y
enfrentarlos. Todo y todos sois perfectos porque la vida ya es completa y
perfecta en sí misma. Cada uno debe aceptar su propia experiencia porque ella será la que os ayude a conocer al Ser
maravilloso y único que lleváis dentro y poder así expresarlo al Cosmos en su
máxima sabiduría.
Habrán muchas muertes y muchas
transformaciones a lo largo de tu vida, tanto físicas como emocionales y
espirituales . Y para eso he venido....para apoyarte en el proceso. También
estaré en el momento de tu muerte física, ya que soy el guardián del
inframundo, el que ayudo a las almas a traspasar, de ahí mi presencia en los
cementerios... Y esperaré paciente tu retorno, en otra vida, en otro cuerpo,
pero con la misma alma...porque yo perduro por los siglos...como tú.
Físicamente utilizando mi aceite
esencial mejorará tú sistema venoso y linfático, ideal en casos de celulitis,
varices, hemorroides. Infecciones de las vías respiratorias, calambres
musculares, reglas abundantes y dolorosas, sudoración excesiva, eczemas y acné,
entre otros.
Emocionalmente inspirando el
aroma de éste mismo aceite te ayudaré a afrontar cambios en tu vida..., de
trabajo, de vivienda, y también profundos duelos..., a combatir la tristeza y
la indecisión que te paralizan, a
eliminar los bloqueos psíquicos ayudándote a seguir adelante. A nivel
espiritual actúo como puente entre el mundo físico y el mundo abstracto, por lo
que te aporto equilibrio entre cuerpo y espíritu. Ayudo a desarrollar la
intuición, y facilito la visualización y
la meditación.
Así que cierra los ojos y
visualízame...te has fijado en la forma de mi cuerpo? Soy la Llama Divina...la
unión del Cielo con la Tierra... Me enraizo en las entrañas de la Madre...elevo
mis brazos...uno mis manos y me fundo en el silencio de mi Corazón Sagrado... y
desde allí en pleno estado meditativo, me dispongo a entrar en la Morada de los Dioses. Me acompañas...?